Llegué temprano a la ladrillera de la familia Murillo, me llevé unas gorditas para almorzar junto con ellos. Almorzamos rápidamente porque Juan Carlos estaba atizando el horno y aprovechamos para grabar el proceso, algo muy caliente. Pensábamos que Maruquita no trabajaría este día, pero llegó con todo su equipo y rápidamente se pusieron a preparar los ladrillos que tiene hechos y que espera quemar el próximo domingo donde estaremos presentes primero Dios. Podemos decir lo que pensamos, pero Maruquita tiene carácter y es una mujer muy trabajadora y valiente que diariamente enfrenta los retos de ser madre y padre a la vez, educadora y proveedora de su familia.