Tengo que decirlo. Fue más difícil atravesar la frontera polaca para salir de la Unión Europea que entrar a Bielorrusia. Es que Polonia está extremando medidas precautorias en su flanco este, lo mismo que los países bálticos. Al no necesitar los argentinos visa para entrar a Bielorrusia, la llegada fue una simple formalidad de sellado sin preguntas. Polonia prohíbe el paso a peatones, canceló los trenes y limita la venta de pasajes en bus a ciudadanos de terceros países. Mi única opción fue pasar haciendo autostop. Por alguna razón que puede llamarnos a la reflexión, la nueva cortina de hierro se esta construyendo en Europa pero, esta vez, desde el lado oeste. La ciudad de Brest es una de las ciudades más antiguas y prominentes de Bielorrusia. Brest se encuentra en la región suroeste de Bielorrusia, cerca de la frontera con Polonia. Es un importante centro de transporte y comercio debido a su ubicación estratégica en la intersección de las rutas comerciales europeas, que hoy se ve limitadas a su mínima expresión. Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue escenario de una feroz batalla entre las fuerzas alemanas y soviéticas, por lo que se ha convertido en un importante sitio histórico y memorial. Nos ha recibido un día lluvioso y gris, que impide disfrutar a pleno al aire libre. Las calles y los parque se muestran casi vacíos y es de suponer que con otro clima estarán más vivaces, aunque una atmósfera de preocupación parece estar más que justificada. En tiempos normales, Brest atraía a numerosos turistas debido a su historia, patrimonio arquitectónico y la famosa Fortaleza de Brest. Los visitantes podían explorar la fortaleza, visitar museos y disfrutar de la belleza del Parque Mukhavets, aunque hoy parezco ser el único foráneo aquí. Está demás decir que es más que difícil mantener aquí una conversación en algún idioma occidental. Trataré de valerme con mis pocos rudimentos de ruso. A lo largo de los siglos, Bielorrusia estuvo bajo el dominio del Imperio ruso y luego se convirtió en parte de la Unión Soviética. Durante el período soviético, Bielorrusia fue una república socialista soviética y experimentó la colectivización agrícola, la industrialización y el impacto de la Segunda Guerra Mundial. Bielorrusia fue escenario de una brutal ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. El país sufrió graves daños y pérdidas humanas, incluido el exterminio sistemático de judíos y otros grupos. El complejo de la Muerte de Auschwitz, donde muchos bielorrusos fueron asesinados, se encuentra en el territorio de lo que ahora es Polonia. Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Bielorrusia declaró su independencia y se convirtió en un estado soberano, aunque sus lazos con Rusia van más allá de una relación entre pares. En los diferentes videos de esta serie he tratado de transmitir algunas de las fuertes sensaciones que provoca esta visita en momentos particulares de la historia como este. Los invito a seguir el resto de la serie. #DelOtroLadoDelMapa #ViajarEsHipervivir